Dentro de la Medicina, existe la especialidad quirúrgica de la Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, que requiere de una titulación específica, y que tiene dos vertientes:
La Cirugía Plástica Reparadora
Esta trata a pacientes que necesitan reconstrucciones, reparación de ciertas estructuras de cobertura y soporte, malformaciones congénitas, y secuelas de procesos adquiridos por tumoraciones o traumatismos, de cualquier parte del cuerpo. Por ello comparte el terreno anatómico con otras especialidades quirúrgicas.
La transferencia y movilización de tejidos, así como la modificación estructural y estética de algunas regiones anatómicas, caracterizan el trabajo del cirujano plástico.
La Cirugía Plástica Estética
Esta trata a pacientes sanos que necesitan la mejora estética de zonas de su cuerpo, por considerarlas mejorables o antiestéticas.
Este tipo de vertiente comprende los tratamientos quirúrgicos que tienen como misión mejorar o restaurar la apariencia, manteniendo u optimizando la correcta funcionalidad.
La Cirugía Plástica Estética es una cirugía electiva (el paciente puede elegir si quiere operarse o no). Una vez informado de la intervención, el paciente deberá encontrar todas las “posibles ventajas de operarse” en un platillo de la balanza y todos los “posibles inconvenientes de operarse” en el otro lado de la balanza. La elección deberá realizarla el propio paciente, sin dejarse influenciar por nadie.
Actualmente, la Cirugía Plástica Estética le permite ofrecer, a hombres y mujeres, un alto grado de satisfacción con unos márgenes de seguridad muy grandes
La naturalidad de los resultados es un objetivo esencial en todas las intervenciones realizadas por el doctor. El grado del defecto, la calidad de la piel, las proporciones anatómicas y la constitución corporal deben ser valoradas con el paciente en conjunto.
Cualquier tratamiento debe ser cuidadosamente planeado y preparado, por lo que es necesario desarrollar un estudio anticipado. Un historial médico es imprescindible. En caso de intervención quirúrgica se realizarán, asimismo, analítica sanguínea, fotografías, pruebas radiológicas, etc.
La mayoría de las intervenciones pueden llevarse a cabo con anestesia local o regional, lo que permite acortar los períodos de ingreso y parte de los gastos, ofreciéndole al paciente la máxima seguridad.
Cada caso en particular es diferente, por lo que la elección de la técnica quirúrgica debe ser realizada por el Cirujano que, junto con el Paciente, evaluarán los pros y los contras de cada intervención.
El especialista le informará personalmente los detalles de todo el proceso de su tratamiento.
Las normas de las Clínicas y Hospitales donde se efectúan las operaciones, generalmente, recomiendan que el Paciente acuda con un acompañante durante todo el período de ingreso (aunque solamente se trate de unas horas).
El deber del Cirujano Plástico Estético es:
- Implantar una indicación idónea para solucionar el inconveniente que afecta al paciente, asegurándose de que las expectativas del paciente sean reales,
- Asegurarse de que el paciente sea una persona sana (estudios preoperatorios)
- Notificar de los “pros y contras” (incluyendo riesgos potenciales) de la intervención, minimizar, utilizando las técnicas quirúrgicas más avanzadas, la posibilidad de complicaciones,
- Optimizar la apariencia con un resultado natural y duradero (“que no se note que está operada”).
El deber del Paciente es:
- Solicitar a su Cirujano toda la información que considere necesaria para poder decidir libremente si operarse o no.
- Seguir determinantemente las órdenes pre-operatorias y post-operatorias, para evitar la aparición de complicaciones.
- Contactar con su Cirujano en caso de tener cualquier duda o pregunta sobre la evolución o el tratamiento.